La pandemia de la Covid-19 ha desencadenado una serie de eventos económicos que han afectado profundamente a las empresas, llevándolas a situaciones de insolvencia. El confinamiento, las restricciones continuas, el aumento de la deuda y una recuperación económica lenta han sido solo algunas de las dificultades enfrentadas. A medida que las empresas se debaten entre la supervivencia y el riesgo financiero, surge la necesidad de explorar alternativas al Concurso de Acreedores.

El impacto económico de la Covid-19 y factores agregados

La crisis sanitaria mundial ha tenido consecuencias devastadoras en las finanzas empresariales. La caída en la actividad económica debido al confinamiento, las restricciones persistentes y el aumento de la deuda han generado serias dificultades económicas. A esto se suma una recuperación irregular de los ingresos. Justo cuando se vislumbraba una recuperación, nuevos desafíos como la crisis energética, la subida de los tipos de interés, una inflación creciente y conflictos geopolíticos, como la guerra en Ucrania, han continuado impactando la economía de manera negativa.

Según un estudio reciente de CEPYME, el 86,8% de las empresas siente que su supervivencia está en riesgo si la situación persiste. Ante este panorama, muchos empresarios se ven obligados a considerar los concursos de acreedores como una medida después de los masivos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) y despidos colectivos (EREs) ocurridos durante la pandemia.

Mirando más allá del concurso de acreedores

Aunque la opción del concurso de acreedores puede parecer inevitable en algunos casos, es crucial explorar alternativas que puedan reestructurar las empresas a tiempo y evitar así el colapso. En lugar de preguntarse cuántos concursos se producirán, la pregunta clave debe ser cuántos se pueden evitar.

El retraso en la toma de medidas es una de las razones por las cuales muchas empresas, especialmente las PYMES, no logran salir adelante después de recurrir al concurso. Sin embargo, presentar un concurso de manera voluntaria y gestionarlo profesionalmente puede ser una herramienta valiosa para reflotar la empresa si se toma a tiempo.

Alternativas en el sistema español: Refinanciación, acuerdo extrajudicial y concurso

El sistema español ofrece tres alternativas para empresas en situación de insolvencia o cerca de ella: el acuerdo de refinanciación, el acuerdo extrajudicial de pagos y el concurso de acreedores.

1. Acuerdo de refinanciación

Para empresas cuya actividad es viable pero enfrentan problemas con pagos inmediatos, el acuerdo de refinanciación es una opción. Este mecanismo permite negociar con los acreedores financieros y reestructurar la deuda para facilitar la continuidad del negocio.

2. Acuerdo extrajudicial de pagos

Empresas con deudas totales inferiores a 5 millones de euros pueden considerar el acuerdo extrajudicial de pagos. Aunque limitado en sus efectos y con un procedimiento complejo y costoso, puede ser útil en situaciones específicas.

3. Concurso de acreedores con liquidación

Para empresas no viables o que no prevén la continuidad de sus actividades, la única opción puede ser el concurso de acreedores con liquidación. En este caso, se busca una salida ordenada y controlada para maximizar el valor de los activos.

Estrategias de negociación y profesionalización

En casos donde los problemas están relacionados con los acreedores financieros, la negociación directa con los bancos puede ser clave. La gestión financiera profesionalizada, común en grandes empresas, puede ser un factor determinante en la resolución temprana de las crisis.

Conclusión: Enfrentando la insolvencia con visión y acción

En conclusión, las empresas enfrentan retos significativos, pero no deben ver el concurso de acreedores como la única salida. Explorar las alternativas disponibles, como la refinanciación y los acuerdos extrajudiciales, puede ser la clave para superar la insolvencia. La toma de decisiones ágil, la profesionalización en la gestión financiera y la búsqueda proactiva de soluciones son fundamentales para revertir la situación y garantizar la supervivencia empresarial en tiempos desafiantes. En última instancia, la visión estratégica y la acción temprana son esenciales para rescatar empresas y construir un camino hacia la recuperación financiera.

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