Desafortunadamente, cuando una empresa enfrenta la posibilidad de entrar en concurso, una de las principales preocupaciones es el destino de sus trabajadores. Mantener la fuerza laboral es crucial para la viabilidad económica de cualquier empresa, ya que sin trabajadores, simplemente no hay empresa.
¿Se extingue la relación laboral durante el concurso?
La respuesta es no. La relación laboral continúa hasta que se decida su extinción, ya sea comunicándolo a los trabajadores o cuando el administrador concursal opta por cerrar la actividad de la empresa.
Si la empresa no cuenta con liquidez ni financiamiento para pagar salarios antes del concurso, debe considerar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Esta es una opción recomendable en caso de un concurso posterior, ya que los trabajadores estarán protegidos con el pago de sus salarios por parte del FOGASA (Fomento de Garantía Salarial), y la empresa quedará exenta de esta obligación. Es importante evaluar la viabilidad de las extinciones, especialmente el pago de las últimas nóminas e indemnizaciones, así como considerar a los trabajadores mayores de 50 años, quienes tienen derechos especiales.
¿Qué hacer si la empresa no puede afrontar un ERE?
En este caso, el concurso de acreedores puede ser la opción más adecuada. La actividad empresarial continúa y los trabajadores serán pagados con los fondos obtenidos de la liquidación de activos. Si la empresa no puede cumplir con estos pagos, el FOGASA se hará cargo de la indemnización y parte de las cuantías salariales pendientes.
¿Es posible realizar un ERE durante el concurso de acreedores?
Sí, es posible. Esto puede proteger la actividad empresarial y el patrimonio de la empresa. Sin embargo, se necesita un asesoramiento legal sólido, ya que la viabilidad dependerá de los activos y la capacidad económica de la empresa.
Es importante destacar que es legalmente factible solicitar y tramitar ambas gestiones simultáneamente. En momentos de crisis, lo que una empresa necesita es un plan y procedimientos legales ágiles. La posibilidad de acogerse tanto al concurso de acreedores como al ERE, permite a los empresarios tener el control de su empresa, replantear su situación financiera y establecer soluciones para el futuro.
Quien decidirá la viabilidad de estas acciones es el juez del concurso de acreedores. Es fundamental contar con la asistencia de un abogado especializado en concursos de acreedores y legislación laboral, quien podrá ofrecer las soluciones necesarias en momentos de crisis y enfrentar la complejidad de estos procesos legales.
