Al constituir una sociedad, es imperativo designar a un Administrador en la escritura de constitución. Esta figura puede adoptar diversas formas, como Administrador Único, Administrador Solidario, Administrador Mancomunado o un Consejo de Administración compuesto por al menos tres miembros.
Naturaleza y responsabilidades del cargo
El Administrador de una sociedad puede ser una persona física o jurídica, siendo esta última una particularidad en ciertos casos. En las Sociedades Limitadas, el cargo suele ser indefinido, aunque los estatutos sociales pueden establecer un plazo determinado.
El Administrador es responsable de gestionar y ejecutar las decisiones cotidianas de la empresa, así como de representarla ante terceros. En el caso de Administradores Solidarios, cada uno puede actuar de forma independiente, mientras que en el de Administradores Mancomunados, todas las acciones deben ser ejecutadas conjuntamente.
Obligaciones legales y fiscales
Una de las primeras obligaciones del Administrador es adecuar su Régimen de Seguridad Social, generalmente dándose de alta como Autónomo. Este requerimiento depende de varios factores, como la remuneración del cargo o la participación en la sociedad.
Deberes y responsabilidades
Los deberes del Administrador suelen estar definidos en los Estatutos Sociales o un Pacto de Socios. La Ley de Sociedades de Capital establece deberes básicos, como actuar con diligencia, defender los intereses de la sociedad, abstenerse de negocios personales usando el nombre de la empresa y mantener la confidencialidad de la información empresarial.
Responsabilidad frente a terceros
La responsabilidad del Administrador ante terceros surge de su negligencia en la gestión de las obligaciones societarias. Si la empresa entra en causa de disolución, el Administrador debe convocar a la Junta General en un plazo determinado y tomar medidas para resolver la situación. El incumplimiento de esta obligación puede acarrear responsabilidad solidaria frente a los acreedores.
Diferencias entre socio y administrador
Aunque a menudo se confunden, ser socio y ser administrador conllevan roles distintos en una sociedad limitada. Mientras el socio es el propietario, el administrador dirige y representa a la empresa frente a terceros, con deberes específicos derivados de su cargo.
Conclusión
Ser Administrador de una sociedad implica un compromiso serio y una serie de responsabilidades legales y fiscales. Es esencial conocer los límites y obligaciones inherentes al cargo, así como actuar diligentemente conforme a la Ley y los estatutos sociales para evitar posibles repercusiones legales.
